Un oficial de la policía bonaerense fue imputado por homicidio agravado por el uso de arma de fuego y permanecerá detenido por matar el último domingo de un disparo a un joven que supuestamente lo abordó, junto a otro y con fines de robo, cuando se dirigía a cumplir horas en adicionales en el partido de Berazategui, informaron hoy fuentes judiciales.

Si bien en un primer momento el fiscal del caso, Christian Granados, había caratulado la causa preventivamente como » homicidio en exceso de la legítima defensa», tras analizar la prueba testimonial y las imágenes de las cámaras de seguridad, pidió la detención formal del efectivo por homicidio agravado, lo que fue avalado por el juez de Garantías 4 de Berazategui, Diego Agüero.

El hecho ocurrió el domingo último cuando el oficial Jeremías Mendoza (24), quien se desempeña en la Unidad Táctica de Operaciones (UTOI) de Morón e integra la fuerza desde hace cinco años, se dirigía en bicicleta a cumplir horas en un servicio adicional en la estación de Plátanos.

Según su versión, en esas circunstancias fue interceptado por dos hombres que estaban escondidos detrás de unos containers y quisieron robarle la bicicleta en la que se desplazaba y la mochila que llevaba.

El policía se resistió y, en medio de un forcejeo, extrajo su arma reglamentaria y disparó contra uno de ellos cuando huía con su bicicleta.

El ladrón cayó herido a raíz del impacto, mientras que el policía no llamó al 911 ni realizó y una denuncia desde el lugar, sino que fue hasta su trabajo donde les contó a sus compañeros lo que había pasado, explicaron las fuentes.

El joven baleado fue trasladado por una ambulancia del SAME (Sistema de Atención Médica de Emergencias) al Hospital Evita Pueblo del distrito, adonde llegó muerto.

De la autopsia realizada al cadáver surgieron elementos que comprometieron al policía: el disparo no fue hecho a corta distancia -lo que sería indicativo de que impactó al joven cuando huía- y el mismo ingresó por el vientre de la víctima, en la fosa ilíaca derecha, con orificio de entrada y salida, causándole una lesión en la aorta abdominal.

Además se estableció que el fallecido no estaba armado, razón por la cual no había un riesgo inminente que justificara el disparo mortal por parte del policía.

Con esos elementos, el fiscal descartó en principio la hipótesis del exceso de la legítima defensa y solicitó su detención por homicidio agravado, un delito que no permite la excarcelación.

Fuente: Telam

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