El fiscal que lleva adelante la investigación por el crimen de Beatriz Irma Zaramatti, la madre de un concejal del Partido de La Costa, pidió la prisión preventiva para el albañil acusado de matarla a golpes en la cabeza con una plancha bifera a fines de marzo pasado en la localidad balnearia de Mar de Ajó, informaron fuentes judiciales.

Martín Prieto, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de La Costa, solicitó a la Justicia de Garantías esa medida cautelar para Luis Alberto Almeida (39), detenido tres días después del asesinato de la mujer.

El fiscal consideró acreditado que en la noche del último domingo 26 de marzo, Almeida ingresó a la casa de la mujer con la intención de robar dinero que ella guardaba y la asesinó para ocultar el hecho y «procurarse impunidad».

En su pedido de prisión preventiva, al que tuvo acceso Télam, Prieto sostuvo que «alrededor de las 20.20» de ese día, el acusado entró al inmueble ubicado en Blanco Encalada al 1000, «redujo» a Zaramatti (78) «tomándola fuertemente de los brazos» y luego «con la finalidad de darle muerte la golpeó reiteradas veces en la cabeza con una plancha bifera de hierro con mango de madera».

Tras asesinar a la mujer, según el fiscal, el acusado subió a la planta alta de la vivienda y robó 1.000 dólares y 245.000 pesos que ella guardaba en una caja dentro de un placard, y luego escapó.

Almeida era inquilino de otra unidad que la víctima poseía dentro del mismo complejo de dúplex en el que ella vivía.

Su detención en el marco de la investigación del hecho se produjo tres días después del crimen, a partir de una serie de imágenes de cámaras de seguridad en las que se lo veía ingresar y salir de la casa de Zarametti en reiteradas oportunidades.

Esos elementos se sumaron a un par de zapatillas y una sábana con aparentes manchas de sangre, secuestradas previamente en un allanamiento dentro del complejo de dúplex.

La detención fue concretada por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Dolores y de la Sub DDI de La Costa, en un domicilio alternativo del imputado, ubicado en Lebensohn al 300 de Mar de Ajó, a unas diez cuadras del sitio donde fue asesinada Zaramatti.

Al ser indagado, el acusado se negó a declarar, acompañado por un defensor oficial, y fue imputado por el delito de «homicidio agravado criminis causa, en concurso real con robo agravado por uso de arma impropia».

El pedido de prisión preventiva deberá ser resuelto por el titular del Juzgado de Garantías 4 de Mar del Tuyú, Diego Olivera Zapiola.

De acuerdo con la investigación del caso, el cadáver de la mujer, profesora de educación física jubilada, fue hallado el lunes 27 de marzo a las 17.30 por su propio hijo, Sergio Omar Santana (53), concejal por el PRO y vicepresidente primero del Concejo Deliberante del Partido de la Costa.

Santana, quien reside en la localidad vecina de Paraje Pavón, había estado de vacaciones en Entre Ríos hasta dos días antes, y fue a la casa de la madre porque no le contestaba los mensajes, según declaró en la causa.

La mujer fue hallada tendida en el piso de la cocina y se presume que estaba preparando la cena cuando fue atacada, ya que una de las hornallas estaba encendida, y sobre la cocina, a un costado, había una olla con agua.

Según la autopsia, sufrió una hemorragia cerebral por los golpes recibidos en la cabeza con la plancha churrasquera circular de hierro, de 28 centímetros de diámetro y mango de madera, que fue incautada en el lugar de los hechos por personal de Policía Científica.

Vecinos del complejo en el que residía declararon por su parte en la causa que la habían visto por última vez cerca de las 18 del domingo del crimen, y uno de ellos precisó que escuchó su voz alrededor de las 21.30 de ese día.

Desde el principio de la investigación, la principal hipótesis apuntó a un homicidio vinculado con un robo, porque en la vivienda faltaba dinero en una caja donde ella solía guardarlo y anotaba lo que ponía o sacaba.

Además, se estableció que, más allá de una silla caída, no se halló nada revuelto, y que el asesino ingresó «sin forzar nada», lo que hacía presumir a los investigadores que la víctima conocía a su agresor y le permitió el acceso a la casa.

En la vivienda fueron encontrados tanto el celular de la víctima como cadenitas de plata, que no fueron robadas pese a estar a la vista.

Fuente: Telam

Por admin

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