Las imágenes son dantescas. A los tiros para robar, usurpar y después vender al mejor postor, viviendas de un barrio de Rafael Castillo, ubicado a metros de la Ruta Provincial Nº 1001 en la intersección con Int. Federico Pedro Russo.

La historia es conocida en la zona: delincuentes armados que a sangre y fuego buscan apoderarse de las viviendas sociales para después dedicarse al negocio inmobiliario como si fueran brokers.

Según los periodistas locales, conocedores de los rincones matanceros, «los delincuentes deciden a los tiros a quien le toca irse y luego ponen en venta el lugar usurpado. Este último domingo ponían a bailar a una mujer tirándole tiros a los pies para que no vuelva más al barrio, puesto que su lugar ya pertenecía a los delincuentes armados».

¿Dónde está el intendente Fernando Espinoza cuando los vecinos de buena madera lo necesitan?

About Author

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *