El médico de Diego Armando Maradona, Leopoldo Luque, llegó pasadas las 9.10 a los tribunales de San Isidro para declarar espontáneamente ante los fiscales que investigan las circunstancias en las que se produjo la muerte del astro futbolístico.
Acompañado por su abogado, Julio Rivas, el neurocirujano ingresó al edificio judicial para tomar contacto con los fiscales y el expediente caratulado «homicidio culposo», en el marco del cual ayer fue allanada su casa y se secuestró documentación sobre la historia clínica del «10».
El facultativo fue notificado este domingo formalmente durante el allanamiento en su casa de Adrogué que era imputado en un proceso penal y se le leyeron los derechos y garantías contemplados en los artículos 60 y 162 del Código Procesal Penal (CPP) de la Provincia de Buenos Aires.
El artículo 60, leído este domingo al médico, es el que inicia el capítulo II del código titulado “El Imputado”, e indica que “se considerará imputado a toda persona que en cualquier acto o procedimiento se lo indique o detenga como autor o partícipe de la comisión de un delito”.
En otro párrafo, el artículo establece que el imputado “deberá ser anoticiado por la autoridad que intervenga que goza de las siguientes garantías mínimas” y enumera como la primera “ser informado sin demora, en un idioma que comprenda y en forma detallada, de la naturaleza y causas de los cargos que se le imputan”.
También tiene derecho “a comunicarse libremente con un letrado de su elección, y que le asiste el derecho de ser asistido y comunicado con el Defensor Oficial”.