El que mal anda, mal acaba, dice la popular frase que podría identificar la vida de un muchacho salteño detenido en las últimas horas. Fue en la localidad de Pichanal donde, luego de robar, quiso esconderse en una casa de familia sin tener en cuenta que podrían descubrirlo y ajusticiarlo. Precisamente eso es lo que ocurrió.

Según detalla el sitio Tu Voz Orán, el delincuente había asaltado a mano armada a otro joven. Acto seguido emprendió una veloz huida. En su alocada carrera, se metió en la vivienda hasta que los vecinos lo atraparon.

Llamaron a la Policía, pero hasta que apareció el patrullero, le dieron una feroz golpiza para que «aprenda a no robar». Todo quedó registrado por las cámaras de los smartphones de los testigos. «Esta basura mañana va volver a salir y va volver a robar», dijeron.

Fuente: Que Pasa Salta

 

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