Arturo López, quien sigue internado, no reconoce a su familia ni sabe lo que le pasó. «No sabemos cuándo va a estar bien», señaló una de sus hijas. El agresor y su familia continúan prófugos.
A dos meses de sufrir un brutal ataque en un garaje del microcentro porteño donde trabajaba, el hombre de 66 años continúa con su rehabilitación en el Centro Médico Fitz Roy, sin reconocer a su familia y sin recordar con exactitud por qué está ahí. Mientras tanto su familia lucha para que la causa se mueva y el agresor sea capturado.
Por el violento ataque al empleado del garage del Microcentro estan identificados los dueños de los autos. Ayer se presentó un abogado que representa a los violentos y pidió reunirse con la fiscal del caso pic.twitter.com/c5qe3YQfJX
— Pampa Monaco (@pampamonaco) November 25, 2021
La investigación indica que la familia del menor es protegida por integrantes de la comunidad gitana. A su vez una de las hijas del playero confirmó que Carlos había ingresado meses antes de ataque a la Comisaría 14C de la Ciudad de Buenos Aires por una denuncia de estafa y defraudación con una compra y venta de un auto.
Y otros tres en casas casi contiguas sobre la calle Juan Jofre de la localidad de Rafael Castillo, donde se secuestraron otros ocho celulares; otra en una vivienda sobre la calle Baliña al 1300, en Banfield, lugar en que se incautaron cuatro teléfonos más, un revólver calibre .32 y una caja con municiones. Los últimos se llevaron a cabo en el barrio porteño de Floresta sobre el Pasaje Haití al 3.900. Allí se secuestraron en total otros nueve celulares, además de un CPU, una notebook y un grabador.