La viuda del hombre que fue asesinado ayer por delincuentes que, tras un forcejeo, le pegaron un tiro por la espalda durante un asalto en la puerta de su casa de la localidad bonaerense de Aldo Bonzi, en La Matanza, dijo hoy que a su marido no le robaron nada y calificó como «una porquería» a los atacantes por tirarle «a quemarropa».

«No le llevaron nada, solo le llevaron la vida, ni la billetera, ni las llaves, nada…», dijo esta mañana Paula, viuda de Emilio Ghezzi, en diálogo con el canal TN.

La mujer contó que al momento del hecho, ocurrido ayer cerca de las 7.40, ella estaba en su habitación y escuchó «dos tiros que parecían sonar adentro de la casa».

«Escucho dos balazos en la cochera, como si fuera adentro. Bajé corriendo en soquetes, como estaba, vi la puerta abierta de par en par y pensé: acá pasó una tragedia», recordó.

«Vi a un vecino y a él, que yacía en la cinta asfáltica, para mí estaba muerto. Le metí la mano en el pecho…tenía en su corazón un agujero como si fuera una tuerca, lo tapé con una camperita y me quede ahí», añadió la mujer.

«A los señores delincuentes les digo qué malas personas que son, porque matar así se puede matar a un perro no a una persona. ¿No le podrían haber tirado en una pierna que yo hubiera salido, lo hubiera llevado y se hubiera salvado. Es matar a quemarropa, es ser una porquería de las porquerías», dijo Paula, quien agregó que a su marido «lo mataron por la espada» cuando quiso «correr».

Por último, la viuda dijo que teme que ahora vayan a por ella, ya que tiene entendido que los delincuentes son de un asentamiento de la zona.

El crimen ocurrió ayer a las 7.40 en la calle Humahuaca al 674, a metros del cruce con Ayacucho, en un barrio de viviendas bajas de Aldo Bonzi, partido de La Matanza.

Ghezzi (55) sacaba su camioneta Renault Kangoo blanca del garaje de su domicilio para dirigirse a trabajar cuando, de acuerdo a lo que se ve en las imágenes de una cámara de seguridad de una casa lindera, fue abordado por tres delincuentes que se bajaron de un auto Chevrolet Celta rojo, en el que los aguardaba al menos un cómplice.

Fuente: Telam